Sorpresas

No deja de sorprenderme lo que somos capaces de hacer por amor. Me refiero a esos primeros días en que te encuentras en estado de shock y todo lo de la otra persona te parece fenomenal, lo lista que es, esa belleza serena, esa peca al lado del ojo izquierdo, todo. Lo digo porque estoy viviendo situaciones que jamás hubiera pensado. Me refiero a los tres enamorados de los que os hablé ayer. Uno, el más borono, me dice que le informe sobre los próximos estrenos teatrales. Otro, que pasa sus veranos en Noja, anda mirando posibles destinos de vacaciones en lugares paradisiacos. El tercero no tiene desperdicio: con la mirada perdida en el infinito, lo tengo cerca, mientras escucha a Los Panchos. "Reloj no marques las horas...", todo el día así. Debo de tomar medidas drásticas o ésto se me puede ir de las manos. Yo les quiero, pero, claro, no estoy enamorado de ellos. ¡Hasta he tenido que leer mensajes que se intercambian con sus parejas!

"Buscamos llenar el vacío de nuestra individualidad y por un breve momento disfrutamos de la ilusión de estar completos. Pero es sólo una ilusión: el amor une y después divide". Lawrence Durrell

Un libro: "Hermosos y malditos", de Francis Scott Fitzgerald
Una película: "Desayuno con diamantes", de Blake Edwards
Una canción: "Detener el tiempo", de Nacho Vegas