Seguidores

miércoles, 31 de enero de 2018

Caza al infiel

Aunque en la guerra por ver quién es más guapo en Cataluña sigo defendiendo a quienes reivindican que los catalanes tienen derecho a decidir su futuro, a mi el tema del procés es que me la pela desde casi antes de empezar. Exactamente desde que el atentado de las Ramblas desencadenó en una caza del infiel que me recordó más a la película "Yo soy la justicia" de Charles Bronson que a un acción medida y responsable de quienes deben velar por nuestra seguridad. Por no hablar de la glorificación posterior a la policía catalana y a sus mandos, con camisetas reivindicativas con sus jetas, como hacen los niños con sus superhéroes favoritos. Toda esa parafernalia infantil y militarista, contraria a lo que debe ser un estado de derecho, me alejó de quienes en teoría estaban en mi mismo bando. O yo en el de ellos, para ser más exacto. A partir de ahí he vivido todo lo que ha ocurrido en Cataluña como si fuera el espectador de una serie de esas que tanto gustan en la actualidad y que tras varias temporadas empieza a cansar por reiterativa. La trama actual es insostenible y pide con urgencia la aparición de nuevos personajes, hombres y mujeres capaces de dar un empujón a una historia enquistada que necesita nuevas ideas que aporten fluidez al relato. Por cierto, he puesto hombres y mujeres aunque estas últimas parece que pintan más bien poco en la República catalana. Acabo de leer que la mesa del Parlament la componen seis hombres y una mujer, a la que tienen ubicada en una esquina para que no contamine. En fin.

"Las mujeres con buen comportamiento, rara vez hacen historia". Eleanor Roosevelt

No hay comentarios:

Publicar un comentario