¡Qué cabrón!

No han activado la orden de detención de Carles Puigdemont porque quiere que le detengan. ¡Qué cabrón! Lo dice el Tribunal Supremo. Lo de cabrón no, lo otro, lo de que quería ser detenido para provocar su elección a distancia. Hace mucho que dejé de entender a España y a los españoles. Ayer casi veo "Zama", la nueva película de Lucrecia Martel, producida por los hermanos Almodóvar. Suena un poco al habitual "casi ligo" o "casi follo", pero es que ví el trailer y se me quitaron las ganas. Tendré que ir. Después de una siesta reparadora y un paseo, me enfrenté a la retransmisión televisiva de los Premios Feroz, unos galardones cinematográficos que concede la prensa especializada. Como los Globo de Oro, pero en castizo. Julián López estuvo muy gracioso, y cabroncete, como de costumbre, y el resto de la gala osciló entre el sonrojo y el bochorno. Los premios más importantes se los llevaron "Verano 1973" y "La llamada", en cine, y "Vergüenza", en televisión. Lo sé porque lo acabo de leer y es que no pude acabar. Hubo premiados que lloraron de la emoción. Por un Premio Feroz. Y Puigdemont se lo perdió. ¡Qué cabrón!

"Sé que no merezco el Príncipe de Asturias, pero tampoco la diabetes que padezco". Woody Allen