El hijo de Berto

Hubo una época en la que acudir a mi oficina era un deporte de riesgo. Habías compañeras de trabajo que tenían niños pequeños y si te descuidabas te contaban lo graciosos y trastos que eran. La clave estaba en no mirarles a los ojos, en dirigirte a ellas mirando al suelo o al infinito, y en no ceder al chantaje. Aprovechaban cualquier excusa para contarte mil y una batallas sin el mínimo interés, a no ser que los protagonistas fueran tus hijos o tus sobrinos, que no era el caso. Ahora que los niños se han hecho unos gandules, la tranquilidad ha vuelto a la oficina. Aquellos payasetes tan monos de hace unos años pasan olímpicamente de mis compañeras de trabajo y éstas hacen como que no existen. Una bendición. Cuento esta anécdota porque he empezado a ver la serie creada y protagonizada por Berto Romero que se estrenó el viernes en Movistar+. Se titula "Mira lo que has hecho", la primera temporada tiene 6 capítulos, y cuenta el impacto que tiene en la vida de una pareja el nacimiento de su primer hijo. Los dos primeros capítulos me dejaron tan frío que tomé la decisión de no perder más el tiempo. Tópicos de niños, no, me dije. Menos mal que a un amigo de facebook, el polifacético y casi siempre atinado Borja Crespo, le dió por avisar de que la serie de Berto contenía un capítulo, el cuarto, que él consideraba una obra maestra. Si Borja lo dice, habrá que creer en el milagro, pensé. Y como casi siempre, tenía razón y a partir del tercer capítulo, la visita al centro educativo donde van a llevar al niño, la serie remonta y el cuarto capítulo ya es hhistoria de la comedia en televisión. Imprescindible.

"Confieso que no me estaba matando MIRA LO QUE HAS HECHO, la nueva serie de Berto Romero, hasta que he llegado al cuarto capítulo, que me ha parecido, lo voy a decir, OBRA MAGNA. Justo cuando deja los chistes de pajas se revela como una hábil sátira de nuestro tiempo con la excusa de reflejar el contraste entre "un cómico de toda la vida" y un youtuber, con todo lo que hay alrededor. No da puntada sin hilo. Y hay una secuencia con un montaje en paralelo de dos situaciones similares separadas por el tiempo de quitarse el sombrero. 20 minutos perfectos". Borja Crespo