Esta mañana, un tipo me ha dicho que ayer estuvo en una charla que dió "uno que ya conoces, uno que es medio gay". Feliz fin de semana, medio idiotas...
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viernes, 30 de noviembre de 2018
Medio gay
Esta mañana, un tipo me ha dicho que ayer estuvo en una charla que dió "uno que ya conoces, uno que es medio gay". Feliz fin de semana, medio idiotas...
jueves, 29 de noviembre de 2018
Carcamel
En la televisión dan una noticia sobre una mujer de 90 años que ha muerto atropellada por un monopatín. En la información señalan que la mayoría de los atropellados por monopatín son mayores y dan una franja de edad de las víctimas potenciales y estoy a dos telediarios de formar parte del citado club. Signo de decadencia incuestionable. Otro más, la revista Fotogramas del mes de diciembre incluye un reportaje sobre los actores y actrices con más proyección y de nueve nombres solo conozco a dos, Sara Sálamo y Eva Llorach. El resto, ni me suenan. Hubo una época no tan lejana en que conocía a todos los que aparecían en este tipo de reportajes. Soy un "carcamel", como me dijo el otro día mi amigo el que domina el lenguaje con mano de hierro, el de "he regalado a mi sobrino un xenófobo, un aparato de esos que hacen música". "Somos unos carcameles", repetía mientras yo intentaba recordar el día en el que mi vida se empezó a ir por el desagüe. Carcamel, entre carcamal y gargamel.
"Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo". Ramón Gómez de la Serna
miércoles, 28 de noviembre de 2018
Me estás diciendo que...
Le pregunté ayer a una amiga por qué cree que mis entradas tienen tan poca aceptación, unos escasos me gusta, en facebook. Me contestó si pensaba que mis escritos merecían más entusiasmo por parte de los hipotéticos lectores. Luego argumentó algunas razones que podrían justificar el desdén con el que se valoran mis textos. Evidentemente, las razones que argumentaba eran de peso, pero no me convencieron. Yo hago un esfuerzo, pequeño, también es verdad, por contar algo que resulte mínimamente interesante y como recompensa recibo la aceptación de apenas 20 seguidores. Otra persona pone, por ejemplo, "Hoy he comido estofado" y otras cien muestran entusiasmo por sus gustos culinarios. ¿Por qué? ¿Me huele el aliento? Algo estoy haciendo mal y no sé lo que es. Cambiemos de tema. Leo que VOX ha presentado una querella contra Susana Díaz por acusar al partido ultracentrista de homófobo y machista. Vuelvo a recordar aquella mítica frase de Borat: "¿Me estas diciendo que el que quiso meterme el puño por el culo es gay?". Me estás diciendo que VOX... Feliz miércoles.
"No tengo días malos porque no soy una mujer. No quiero ofender a nadie". Vladimir Putin
martes, 27 de noviembre de 2018
Un embudo para Medem
Ayer, al salir del cine de ver "El árbol de la sangre", de Julio Medem, recordé una noticia de El Mundo Today sobre un psiquiatra que recetaba embudos a sus pacientes. No digo que Medem esté loco, pero sí que su última película es una auténtica locura, un desbarre de más de dos horas ante el que solo hay dos opciones, o entras en la historia y te apuntas a la fiesta o a los cinco minutos te levantas y te vas. Medem no engaña, en la primera secuencia ya sabes que lo que vas a ver no se parece en nada a lo que habitualmente se proyecta en una sala de cine. Medem elige siempre para sus personajes el camino más difícil, un reto para un grupo de actores y actrices que consiguen salir ilesos del envite. O casi. Yo elegí quedarme y disfruté "El árbol de la sangre", un grandes éxitos de un cineasta insólito y libre, al que se la suda el qué dirán. ¡Un embudo para Medem, ya!
"Si vas a fallar haciendo algo que no te gusta, también puedes darte la oportunidad de hacer algo que amas". Jim Carrey
lunes, 26 de noviembre de 2018
Un soñador
Ayer volví a casa después de un fin de semana absurdo, agotador y maravilloso. A eso de las tres de la tarde me tumbé en el sofá, con la televisión encendida, y me desperté más de cinco horas después. Mientras me desperezaba, de la tele salía la voz de un hombre joven que decía "Aquí no matamos a los carneros en casa". Era Pablo Casado hablando sobre inmigración un día cualquiera del siglo XXI. Mientras escribo este texto me llega al ordenador la noticia de la muerte de Bernardo Bertolucci a los 77 años de edad. Cada vez me voy quedando más solo, sin los referentes que me han acompañado a lo largo de mi vida. Se fue Truffaut cuando más le necesitaba y ahora la muerte del cineasta italiano me retrotrae a otros tiempos más luminosos y a un puñado de películas irrepetibles. Nos ha dejado un soñador, uno de los nombres imprescindibles de una época apasionante, cuando creíamos que otro mundo era posible y hacer películas era algo muy serio. Gracias por hacer mi vida mejor.
"La utopía y las transgresiones han de seguir siendo posibles. La utopía es aquella cosa que, de siempre, va a ser fuente de libros, de actitudes, de ideas". Bernardo Bertolucci
jueves, 22 de noviembre de 2018
Animal político
Ya sabéis que no soy muy del Gabriel Rufián animal político, aunque reconozco que fuera del fragor de la batalla dialéctica suele escribir algunos tuits que me parecen incisivos, ingeniosos y sensatos. En cambio, cuando tiene que expresarse verbalmente me parece que peca de todo aquello que critica, por ejemplo cuando llama al hooligan e incendiario Josep Borrell hooligan e incendiario. Su problema, ya sabéis que tengo un máster en psicología por la Universidad de Pensacola, es su extremada timidez, una característica de su personalidad de la que se sobrepone comportándose como un juvenil malencarado. Sin pretenderlo, se ha convertido en un personaje de La Hora Chanante, excesivo, sin importarle caer en el más absoluto de los ridículos con tal de tener sus tres minutos de gloria. Se encuentra metido en un bucle del que le va a costar salir ileso, sin magulladuras, incapaz de trascender al personaje de niñato rebelde que han creado los medios de comunicación, con su colaboración. ¿Quién es Gabriel Rufián? ¿Es fuerte o está gordo? Enigmas sin resolver... Mañana, en La Hora Chanante, el rap de Juan Carlos Monedero.
"Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán odiar a Leticia Dolera tras descartar a una actriz para su serie y amar a Ana Botín tras desahuciar a miles de mujeres". Gabriel Rufián
miércoles, 21 de noviembre de 2018
Personas humanas
Tengo claro que si estuviera bien de la cabeza no participaría en las redes sociales. Pero también es verdad que las personas que conozco que no forman parte de este circo no son mucho más espabiladas. En resumen, que hay más tontos que balcones. Es verdad que si vives agazapado, sin dar la cara, y no abres la boca en tu vida, puedes dar el pego y parecer una persona sensata. Pero es dificilísimo pasarse una vida callado, por lo que es mejor tirarse a la piscina y opinar sobre cualquier tema, y formar parte activa de este mundo absurdo en el que vivimos. Ahora toca poner a parir a Leticia Dolera, actriz, directora de cine, escritora y activista por los derechos de la mujer. Otra actriz, la también catalana Aina Clotet, le acusa de no haberla contratado para una serie de televisión por estar embarazada. Y se ha liado y los enemigos de Dolera, que como cualquier feminista que se precie los tiene a miles, la señalan con el dedo acusador e inquisidor tan propio de estos tiempos convulsos. A ellos se ha unido otra legión de detractores de la directora catalana, un numeroso grupo que incluye haters de diversa procedencia, entre los que se encuentran aquellos a los que no les gusta su cine, aunque no hayan visto ninguna de su películas, los que odian a las rubias, así en general, y el núcleo más numeroso que es el de los que odian a todo el mundo. A mí Leticia Dolera me cae igual que antes, su cine me interesa lo mismo, y me alegra que forme parte de mi club, el de las personas imperfectas, lo que se conoce como las personas humanas de toda la vida.
"Cualquier que odie algo, es que se siente amenazado por ello". Neil Strauss
miércoles, 14 de noviembre de 2018
Mi vida sin mí
La última semana he pasado parte del tiempo en un hospital, de visita, y he recordado cuando estuve ingresado durante un mes en un sanatorio de esos que hace años existían para acoger a tuberculosos y tísicos varios. Me metieron en una habitación con otras tres personas, a cual más podrida, y la primera noche se murió el hombre que ocupaba la cama de enfrente. De madrugada pasaban monjas a rezar al difunto y pensé que mi hora había llegado. Me equivoqué, como tantas veces a lo largo de mi vida, aunque he arrastrado varias secuelas físicas desde entonces. Durante mi experiencia hospitalaria aprendí que cuando en un hospital te van a tocar y te dicen "te va a doler un poco" significa que vas a ver las estrellas. Y recuerdo que lo que peor llevé durante mi estancia en aquel siniestro sanatorio, hace más de 30 años, fue que mientras yo permanecía postrado en la cama, en unos cines que había en la Plaza de Zabálburu de Bilbao, los Abra, que luego se convirtieron en salas X, proyectaban un ciclo sobre Jean Luc Godard, un director de cine sobre el que había leído numerosos artículos y libros y del que no había visto ninguna película porque no llegaban a las salas comerciales. Más allá que acá y pensando en Godard. Mi vida.
martes, 13 de noviembre de 2018
Giganta
Ahora que Rosalía se ha convertido en una estrella a nivel planetario, o casi, os recuerdo que hubo alguien que hace casi dos años escribió lo siguiente sobre una chavala desonocida en aquel momento: ""¿Has visto a Eugenio?", le pregunté un día a un amigo. "Sí, anda por aquí, con Las Gigantas", me contestó. No quise saber a quiénes se refería, preferí imaginarme a unos seres superiores, mitológicos, que por alguna razón que desconocía se habían apoderado de la mente, y el cuerpo, de mi amigo Eugenio. Tampoco me extrañó mucho y es que a mi amigo le llaman también El Aventurero. Al de unos días descubrí que Las Gigantas eran de carne y hueso, un grupo de mujeres jóvenes, sin exagerar, grandes, tampoco tanto, guapas y feministas. A alguien le había parecido oportuno denominarlas Las Gigantas y no soy yo quien para contradecir al pueblo. Pues bien, el viernes me volví a acordar de ellas durante el concierto de Rosalía, una cantaora atípica que supongo trae de cabeza a los puristas del flamenco. Un público joven, expectante ante lo que se iba a encontrar, llenó el auditorium de la Alhóndiga para escuchar a una chica de 23 años, grande, guapa y, me imagino, feminista. Y la expectación despertada por la joven Rosalía se transformó enseguida en una de las sorpresas más agradables de los últimos tiempos. Acompañada a la guitarra por el gran Raül Fernández "Refree", músico y productor con un ojo infalible para descubrir artistas de verdad, Rosalía se apoderó también de las mentes y los cuerpos de los espectadores que atónitos asistimos a uno de esos milagros que de vez en cuando se producen en el mundo de la música y el arte. Una sensación parecida a la que sentí en el primer concierto de Silvia Pérez Cruz. Ha nacido una estrella.
"La gente dice que yo podría cantar la guía telefónica y hacer que suene bien". Édith Piaf
El dibujo es del gran Alberto Muriel.
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